La grasa acumulada alrededor de la cintura y abdomen está ligada a los riesgos más grandes de salud, incluyendo un riesgo mucho mayor a desarrollar diabetes y enfermedades del corazón y por ende, muerte prematura.
Durante la pandemia del 2020 aprendimos que las personas en mayor riesgo de desarrollar la enfermedad del Covid19, son aquellas con enfermedades crónicas como: diabetes, hipertensión, obesidad, entre otras.
Mucha gente no lo sabe, pero realmente cada uno de nosotros tiene mucho control de su salud en las manos; pero para tenerlo hay que saber cuidarse y alimentarse bien.
Soy Coach Jimena, profesional en nutrición y salud holística. Me dedico a desarrollar planes de alimentación para mujeres arriba de 35 que quieren perder 10 o más kilos peso de forma natural.
En este artículo voy a compartir los 7 mejores tips para perder grasa abdominal y favorecer nuestra salud.
- Comer suficiente fibra. Comiendo alimentos con fibra como una variedad de frutas, verduras, legumbres y cereales enteros, podemos comer abundantemente y al mismo tiempo consumir menos calorías. Agregar semillas de chía y/o linaza a nuestra alimentación es una gran estrategia para consumir más fibra.
- Caminar más. Caminar es el movimiento más natural del cuerpo y muy efectivo para perder grasa abdominal por la cantidad de músculos que movemos al hacerlo y la forma en la que caminar activa la circulación sanguínea. Si no es posible salir de casa, podemos buscar videos en YouTube con ejercicios de caminata en casa.
- No dejar que nos suba la insulina. La insulina es una hormona que en exceso nos hace acumular grasa en el abdomen. Tener altos niveles por mucho tiempo, puede causar diabetes. Para lograr esto es importante aprender a combinar bien los alimentos y no consumir cosas azucaradas como cereal, pasta, pastel, galletas, etc. con el estómago vacío y no comenzar el día con café y pan. En mi canal de YouTube hay videos donde explico esto más a fondo. #CoachJimena
- Aceptar que nuestros hábitos deben cambiar. Querer un abdomen plano es fácil, conseguirlo es muy difícil, pero no imposible. Sin embargo, requiere de cambios importantes en nuestros hábitos y rutinas alimentarias y de actividad física. Nuestros hábitos deben cambiar de por vida. Para que lo que logremos lo podamos mantener.
- Aprender a manejar el estrés. El estrés cambia nuestro comportamiento, tendemos a comer sin darnos cuenta, empacamos muchas calorías sin estar alertas. porque usamos la comida como sustituto para lidiar con el estrés. Comemos para sentirnos mejor y así engordamos exponencialmente. Comer por estrés nos da satisfacción inmediata y no toma ningún esfuerzo, pero a la larga nos deja con un abdomen más abultado. Si te encuentras comiendo por estrés, haz una pausa para identificar qué está causando el estrés y qué puedes hacer al respecto. Encuentra una forma de liberar tensión que no implica abrir una bolsa de doritos.
- Da prioridad al Sueño. Un estudio científico encontró que las personas que duermen 5.5 horas o menos por noche, consumen 385 calorías más en promedio al día siguiente, comparado con las personas que duermen entre 7 y 12 horas. Encima de eso, las personas con menos horas de sueño prefieren alimentos grasosos y bajos en nutrición como las papas fritas. Si estamos despiertos hasta altas horas de la noche es más probable que sintamos ganas de comer algo, y ese algo normalmente no será saludable. La recomendación general suele ser entre 7 y 8 horas de sueño diario para la mayoría de las personas adultas.
- Cuidado con las bebidas alcohólicas. El alcohol previene la pérdida de grasa de varias maneras. El alcohol puede estimular el apetito. Cuando consumimos alcohol el hígado debe darle la prioridad a procesar ese alcohol antes que procesar otros nutrientes, porque el alcohol es una toxina y no requiere de digestión. Mientras tanto el hígado deja de procesar otros nutrientes como proteínas, carbohidratos y grasas, las cuales puede acumular grasa en el cuerpo.
El alcohol retrasa la habilidad del hígado para quemar grasa. Cuando consumimos alcohol el hígado quema alcohol en lugar de grasa. Aunque el alcohol contiene calorías, no produce saciedad, no nos satisface como la comida lo hace. De hecho, el alcohol nos puede hacer querer comer más porque suprime la hormona leptina, la cual le comunica al cerebro la señal de dejar de comer.
Como podemos ver, el perder grasa abdominal no es cuestión de hacer abdominales o tomar jugos verdes. Requiere de atención en varias áreas de nuestra rutina diaria y cuidado personal; es decir, requiere un enfoque holístico.
Jimena Lerma, Certified Holistic Nutrition Coach 
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