El cerebro y el sistema nervioso por años y años ha evolucionado adaptativamente frente a las condiciones del entorno, para responder a los estímulos de interés, y aquellos que se deben evitar, en la que, por experiencias vividas, reacciona emocionalmente frente estímulos, quedando grabadas en el sistema límbico.
Todas las emociones residen en el Sistema Límbico de nuestro cerebro, obedeciendo a un mecanismo hormonal que se desencadena en la Amígdala Cerebral en la que interviene el cortisol y la adrenalina, produciendo una reacción anestésica que prepara al sujeto para situaciones de lucha o huida; frente a esto, el llamado estrés, si bien es cierto que, los químicos que se liberan son necesarios a un corto plazo para la supervivencia; pero a un largo plazo, como un permanente miedo o ira el cortisol generaría estragos en nuestros órganos internos de nuestro cuerpo.
Para comprender lo anterior, la amígdala forma parte del sistema límbico, tiene el tamaño de una almendra y su papel principal es el procesamiento y almacenamiento de reacciones emocionales.
Conexión: La amígdala envía proyecciones al hipotálamo, encargado de la activación del sistema nervioso autónomo, incrementa los reflejos de vigilancia, paralización y escape/huida.
La amígdala, es pues, el principal núcleo de control de las emociones en el cerebro, controlando así mismo las respuestas de satisfacción, miedo o ira. Sus conexiones no solo producen una reacción emocional, sino que, debido a su vinculación con el lóbulo frontal, también permite la inhibición de conductas. Esta se relaciona con muchas otras áreas del sistema nervioso central.
Cuando se entra en estado de miedo por factores externos, como el enfrentarse a situaciones de peligro, es tan útil en el mundo animal, como en el de los seres humanos, pues forma parte de un instinto de supervivencia; pero el efecto en los humanos es distinto, físicamente se produce un bloqueo a nivel cerebral y activa la respuesta para la defensa o la huida, los latidos del corazón son más rápidos, gran segregación de adrenalina o cortisol a través de todo el cuerpo, se altera la frecuencia cardiaca y respiratoria, gran rigidez muscular, se dilatan las pupilas de los ojos, sube la glucosa y la coagulación, se suspenden todas las actividades corporales que no son fundamentales para la sobrevivencia, de esta manera se generan bloqueos en el lóbulo frontal y la sangre se desplaza a los músculos mayores para prepararse para la escena de huir o atacar.
Y los desenlaces son distintos entre los animales y los seres humanos, pues mientras los primeros, una vez que desaparece el estímulo, ya no estará presente ese estado de miedo; para los humanos puede quedarse fija convirtiéndose en un estado emocional permanente, sometiendo su cuerpo a un estrés continuo, fijándolo en su cerebro como un programa. De esta manera las emociones negativas y en particular reacciones de miedo a lo desconocido, o, en otras ocasiones a lo conocido de vivencias pasadas desagradables, archivos que permanecen en la amígdala cerebral por vivencias experimentadas en la niñez debido a impactos que generan sustos, o recuerdos que nuevamente se activan frente a un nuevo estimulo. Miedo a la vejez, la enfermedad, la muerte, la pobreza, al fracaso, la soledad, etc., muchas preocupaciones relacionadas con la historia que tiene cada uno de manera prolongada; se fijan inconscientemente bloqueando y formando patrones mentales de conducta los cuales liberan un coctel de químico, estos dependiendo de nuestras emociones, y que en su mayoría son inconscientemente de tipo negativo.
Científicamente está comprobado que los bioquímicos que se producen, a través de las glándulas de nuestro cuerpo, emociones negativas como el miedo, la ira, depresión, etc. a largo plazo (estrés) perjudican enormemente nuestros órganos desencadenando graves enfermedades como: diabetes, presión, cáncer, etc., ocurriendo lo opuesto con emociones positivas como la alegría, etc.
Por ejemplo:
Si sientes miedo, porque de repente tu estas caminando y sale un perro y te ataca, en ese momento tu reacción es correr o patear al perro, huir o defenderte, en ese momento están corriendo las hormonas de adrenalina o cortisol, necesarias para tu reacción instantánea, y así como otras situaciones similares.
Pero, si sientes un constante miedo a situaciones como: Tomar decisiones frente a nuevas situaciones para el cambio en tu vida, al conversar con las personas, quedarte sola(o) o sentir miedo a hacer cierta actividad, porque algo te paso en el pasado relacionada con la misma, todas estas situaciones te llevan a crear un estrés permanente, liberando químicos tóxicos para los órganos de tu cuerpo, igual pasa con la ira; los cuales con el tiempo desencadenan enfermedades de tipo crónico.
Como ves, a través de la Amígdala Cerebral reside el Miedo y la Ira; debemos identificarlo, para no permitir que su reacción permanezca por largo tiempo, porque si dejamos que esto suceda, allí está el grave problema. Está demostrado que casi el 80% de las enfermedades tienen una causa en común: “mal manejo de las emociones negativas” desequilibrando nuestra salud. Parte de la solución está en invertir ese proceso y crear una nueva bioquímica.
¿Cómo lo podremos crear una nueva bioquímica en nuestro cuerpo?
Usando otra clase de emociones y pensamientos, de esta manera tomamos noción del sentido de la trascendencia humana, que es ir más allá del cuerpo, es una respuesta para vencer la carga de temores que pueden llegar a frustrar a una persona. Podemos utilizar alternativas para evitarlo, como:
- Siéntese, respira profundo, cálmese.
- Conózcase, e, identifique que le altera esa emoción.
- Siente (percibe) lo que su cuerpo transmite, prestando atención a ello.
- Identifique actividades que lo relajan, como: Leer, pescar, ejercicios, actividades al aire libre, reuniones sociales. Hágalo con calidad de tiempo.
Y si ninguna de las anteriores funciona, indica que tu cuerpo está demasiado denso (bloqueado), que no le permite hacerlo. Lo siguiente es acudir a profesionales con alternativas holísticas, estas técnicas naturales, no son invasivas, se integrarán a la naturaleza dela biología humana. Las técnicas holísticas, son tradicionales, que han sido aplicadas por años y años a través de diversas culturas, y que actualmente han vuelto a surgir, para nuestro beneficio.
Y para finalizar, si tú tienes la información, tienes el poder sobre ti mismo, para reconocer lo que te hace daño y crear nuevas emociones que te den salud. “Si lo crees, lo creas”
Fuente información: Sicología y mente, el tiempo, la mente maravillosa, Wikipedia.