Aprovechando que ya estamos en pleno verano y que mis hijos ya habían terminado sus clases, mi familia y yo nos tomamos unos días de vacaciones y como destino para relajarnos y disfrutar juntos elegimos ir a una playa, porque en nuestro pensar si quieres de verdad relajarte, descansar y reponerte del ajetreo mental que el día a día te hace sentir, pues nada mejor que ir a la playa considerando el poder sanador que el mar nos ofrece en una forma tan orgánica que solo ahí se puede sentir.

Así que decidimos ir a las playas de Puerto Vallarta, Jalisco en México.  Más adelante te diré cuál es ese poder sanador del mar.

Me siento muy orgullosa como mexicana de saber que en México contamos con tantos puertos con playas maravillosas que hasta es difícil decidir a dónde llegar y disfrutar de esos paraísos terrenales cuando se tienen solo unos cuantos días para descansar.  Esta vez teníamos contemplados como destinos a Cancún, Ixtapa Zihuatanejo y Puerto Vallarta.

Al final después de analizar varias cosas en cuestión de logística nos decidimos ir a Puerto Vallarta porque vimos como primera ventaja que se tienen vuelos directos desde California hasta ahí. Así que en cuestión de 2 horas y 20 minutos de vuelo ya estábamos literalmente en el paraíso.

Como te dije al principio, elegimos ir a una playa porque en realidad queríamos descansar, recargar baterías, en otras ocasiones hemos ido de vacaciones a ciudades, como fue en el caso de Europa hace algunos años, pero recuerdo que esas veces visitamos tantos lugares llenos de arte, cultura y entretenimiento que acabamos literalmente cansados de nuestras vacaciones, caminamos como nunca, era mucha información en tan solo unos días; es chistoso, pero en ese tipo de viajes aunque los disfrutas sueles terminar con mucho cansancio.

Así que decididos a descansar llegamos a Puerto Vallarta; nos dirigimos en un taxi al hotel Sheraton Buganvilias Resort – all inclusive donde ya nos estaban esperando.  Es un hotel moderno, el cual cuenta con hermosas instalaciones y con un servicio espléndido. Tenemos mucho que decir de la gente que trabaja en ese recinto con un trato increíble que te hacen sentir siempre bienvenido a cada espacio que visitas dentro de las instalaciones.

En el plan all inclusive cuentas con muchas ventajas ya que literalmente puedes hacer uso de la mayoría de las instalaciones, ordenar comida y bebidas todo el día, así como asistir a los diferentes restaurantes y bares que tienen en diferentes espacios del recinto y obviamente todo está incluido en el paquete que pagas en tu reservación.

En las 5 noches que estuvimos hospedados en este “paraíso” pudimos disfrutar de esos atardeceres únicos y de diferentes cenas exclusivas para aquellos que reservan con anticipación y quieren probar algo más formal que el clásico restaurante tipo buffet. Por ejemplo, el chef del restaurante Las Gaviotas nos ofreció una deliciosa cena tipo mexicana en un estilo gourmet. Muy recomendado, la comida exquisita, fuera de lo normal y no se diga el trato muy esmerado por parte de Alfredo.  Y así, cada noche disfrutamos de diferentes opciones sin dejar de nombrar que en nuestra última noche en el restaurante La Villita nos ofrecieron una cena especial donde el plato a degustar fueron unas pastas especiales con mariscos acompañados de aperitivos y de un vino blanco delicioso. Al final no pudo faltar el postre que cerró con broche de oro esa noche. Oswaldo y yo no queremos dejar pasar nuestro gran agradecimiento al servicio tan esmerado que nos brindaron Manuel y Adriana, así como la gran supervisión del restaurante La Villita por parte de su gerente Hugo Gomez. Ellos fueron los encargados de que disfrutáramos de esos últimos momentos tan especiales en este hermoso lugar. Con esa cena cerramos nuestras vacaciones muy agradecidos con las atenciones recibidas y sobre todo porque regresamos con nuestra mente, cuerpo y espíritu recargados, con muchas ganas de seguir en nuestro día a día aquí en California y con unos deseos inmensos de regresar pronto a Puerto Vallarta.

Oswaldo y yo te recomendamos al 100% el Sheraton Buganvilias en Puerto Vallarta como una opción para disfrutar de unas verdaderas vacaciones en familia.

Si te interesa, aquí te dejamos el link para que te comuniques con ellos y hagas tu reservación.  ¡¡No te arrepentirás!!

https://sheratonvallartaallinclusive.com/en/welcome/

Reservaciones: 877-743-7282


Y bueno, pasando al tema central de este artículo te quiero comentar cuál es ese poder sanador del mar.

René Quinton, un investigador francés de finales del siglo XIX y principios del XX descubrió, que el agua de mar tiene la misma composición que el plasma sanguíneo humano.

Las sales de la sangre son exactamente las mismas que hallamos en el agua marina y, además, las encontramos en el mismo orden de relevancia: primero, el cloro y el sodio; segundo, el potasio, el calcio, el magnesio y el azufre; y, tercero, el silicio, el carbono, el fósforo, el flúor, el hierro y el nitrógeno. El agua de mar contiene, como mínimo, 78 de los 118 elementos químicos que se han identificado en la Tierra.

Cuando nuestro cuerpo entra en contacto con el agua salada, en la superficie cutánea se produce lo que se conoce como osmosis, que consiste en un intercambio por el cual nuestro cuerpo “absorbe” estos elementos del mar produciendo una renovación de los mismos en nuestro organismo.

Pero no es únicamente tomando un refrescante baño en la playa, o ingiriéndola * que podemos beneficiarnos de las especiales propiedades del agua de mar, pues un simple paseo a la orilla o cerca de la costa, respirando la brisa, podemos recibir los beneficios de este gran recurso natural. El aire marino, rico en iones negativos o partículas cargadas energéticamente que, al contrario de los positivos, tienen un efecto beneficioso sobre el organismo: relajan y favorecen la producción de serotonina, un neurotransmisor cerebral cuya liberación produce sensación de bienestar. También se encuentra saturado de microgotas de agua de mar, y es así como el aire actúa como un aerosol, esparciendo en la atmósfera los minerales y oligoelementos presentes en el agua marina.

Asimismo, el mar es un productor de ozono natural, un agente que purifica el aire gracias a sus propiedades antisépticas. Entre otros beneficios del aire de mar está la capacidad de estimular el sistema inmunitario y ayudar a resistir mejor, ataques de microbios y ciertas manifestaciones de estrés. También es rico en yodo, por lo que actúa directamente sobre la glándula tiroides y participa en la regulación hormonal y la expulsión de los lípidos.

Así que ya puedes imaginar que un baño en el mar desestresa y nos da la sensación de que todos nuestros problemas desaparecen; nuestra piel se pone más hermosa, y si tenemos alguna herida, cicatrizará más rápido.

Por otra parte, hay estudios que demuestran que los hipertensos podrían disfrutar el sabor de sus comidas. Simplemente puede condimentar sus comidas con sal marina o con agua de mar, la cual está compuesta por un sodio orgánico que nada tiene que ver con la composición de la sal de mesa. Como colofón, si los hipertensos consumieran agua de mar eliminarían de su vida los diuréticos para evitar la retención de líquidos, ya que el agua de mar es diurética.

Por otro lado, si eres de los que abusan del azúcar, la leche o los antibióticos, tu estómago está maltratado. La solución: agua de mar, ya que favorece la cicatrización intestinal, limpiando el organismo por dentro.

¿No duermes bien? Toma agua de mar. Es rica en magnesio, por lo que además de nutritiva también es tranquilizante. Dormirás a pierna suelta.

La lista de propiedades del agua de mar y sus beneficios para nuestro cuerpo, por dentro y por fuera, es interminable. Y como los mares, los ríos y los lagos constituyen poco más del 70 por ciento de la superficie terrestre, quizás el agua sea la solución que nos cure para siempre, ¿no crees?

¿Qué esperas para ir a la playa?