El pasado, ya pasó y lo que ya sucedió no puede tener efectos a menos que tú decidas conservarlo. La memoria es la facultad que estás utilizando para conservar el pasado y atesorar “causas” que desencadenan en “efectos” imaginarios (historias mentales), fundamentados en recuerdos que según tu confundida mente te brindarán seguridad.
Tienes que aprender que recordar es un proceso selectivo, tú decides que vas a recordar y que no. La memoria es el lugar en la mente que has designado para este proceso, la has convertido en una bóveda donde guardas tus tesoros, que son todos esos recuerdos que no te permites olvidar y debes atesorarlos para usarlos cuando sea necesario contraatacar.
En los momentos de dolor y sufrimiento, de angustia y desesperación, la memoria juega un papel fundamental. Cuando no estás en paz es porque te has situado dentro de esa bóveda que guarda “el pasado”, lo que te altera es un recuerdo que te causa mucha culpabilidad.
La memoria es el lugar donde guardas selectivamente cada experiencia con “detalle”, asegurándose de que justifique los límites que le colocas a otros, por “las palabras que te dijeron”, “lo que no dijeron”, “lo que hicieron”, “lo que no hicieron”. Es un lugar oscuro y desolado, sabrás que estás dentro cuando llores porque todo en ese lugar habla de tu vulnerabilidad y de cuantos muros debes sostener para mantenerte a salvo. Es un medio que tu mente confundida utiliza para justificar el que puedas herir y castigar.
La función que has otorgado a esta facultad, es la de retener “causas” por las cuales no te permites confiar plenamente en nada, este es el propósito para el que fue concebida la memoria, mantenerte en una desconfianza total. Al darnos cuenta del sinsentido de su funcionamiento, tenemos la opción de darle un nuevo significado.
Consagremos hoy esta capacidad y permitamos que sea removida la bóveda en donde crees que está tu tesoro, date cuenta que los recuerdos de dolor no puede ser un tesoro desde ninguna perspectiva, ni tu sacrificio, esfuerzos o luchas, lo único que esto garantiza es que pongas tu seguridad en la desconfianza y a lo que verdaderamente te lleva es a una sensación de soledad y amenaza constante.
No puedes realmente conocer nada, ni a nadie cuando tienes previos conceptos establecidos en tu mente de cómo debería ser algo o comportarse alguien, esto destruye todo lo bueno que puede surgir en cualquier circunstancia. Renuncia hoy a ese “tesoro” que has protegido tan celosamente y juntos otorguémosle un nuevo propósito.
Cuando decidas abandonar esta bóveda que abarca tanto espacio en tu mente y permitas que sea removida, tendrás un nuevo panorama muy distinto. Ese espacio que antes utilizabas para conservar dolor, se convertirá en el portal de luz que te llevará al recuerdo de la Verdad de lo que realmente Eres. El ancestral recuerdo del Ahora se hará presente y en tu mente refulgirá la luz del amor, lo único que tienes que hacer es reconocer que ya no deseas guardar recuerdos fútiles de rencores pasados.
Dice Un Curso de Milagros “El Espíritu Santo puede ciertamente hacer uso de la memoria, pues Dios Mismo se encuentra en ella. Mas no es ésta una memoria de sucesos pasados, sino únicamente de un estado presente. Has estado acostumbrado por tanto tiempo a creer que la memoria contiene sólo el pasado, que te resulta difícil darte cuenta de que es una facultad que puede recordar el ahora”. T-28.I.4
Cuando entiendas que la memoria no es el medio para recordar “causas” sino para recordar a la única Causa que es Dios de todo y todos, entenderás que la soledad, la amenaza y la desconfianza no te salvan de nada y son realmente imposibles. Dios mismo se encuentra en tu mente, Él se encuentra en tu memoria y reconocer esto es tu verdadero tesoro. Cuando todo lo que guardes en la memoria sea digno de amor, no habrá ninguna razón para que sigas teniendo miedo.
Decidiste olvidar el amor y conservar el dolor, ahora decídete por olvidar el dolor y recordar solamente al Amor pues eso es lo que tú Eres. No tienes, sino que pedir este recuerdo y te vendrá a la memoria que ahora es el lugar en donde entras en la presencia de Dios.
Un Curso de Milagros nos hace esta invitación: Abandona gustosamente todo aquello que pueda demorar la llegada de ese recuerdo, pues Dios se encuentra en tu memoria. Su Voz te dirá que eres parte de Él cuando estés dispuesto a recordarle y a conocer tu realidad nuevamente. No permitas que nada en este mundo demore el que recuerdes a Dios, pues en ese recordar radica el conocimiento de ti mismo. T-10.II.2:4
Y conforme a este recuerdo surgirá en tu mente la claridad, para experimentar a tu verdadero Ser el cual se manifestará a través de tu cuerpo que ha sido también consagrado al servicio del Amor. El sufrimiento, y toda “causa” de dolor ha desaparecido y en su lugar se puede recordar el Amor de Dios, el cual desvanecerá con su fulgor toda memoria de recuerdos pasados.
En tu memoria se encuentra el instante santo. Aquiétate por un momento y siente. Observa que el recuerdo del Ahora permanece intacto y presto a ser recordado cada vez que reconozcas que ya no deseas los rencores pasados.
La luz ha llegado y no queda un espacio en tu mente donde el dolor pueda anidar. Recibe la bendición de su recuerdo y descansa pues en éste encontrarás la certeza de que Él te ama.
Edición: Luz López
Estudiantes de Un Curso de Milagros
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