EMPIEZA A GESTIONAR TU ESTRÉS DE FORMA CONSCIENTE.

Todas las personas y muy en especial los profesionales de la educación, vivimos constantemente situaciones estresantes que pueden pasar factura a nuestra salud. Podemos elegir cuidarnos desde ahora o terminar agotados, abandonando la profesión que tanto nos gusta. Soy profesora, sé que esto es una realidad y que la solución está en nuestras manos.

Lo primero es aclarar que la gestión correcta o sana del estrés, no depende de que nos cambien de clase, de alumnado, de equipo directivo o familia. No siempre se pueden cambiar las situaciones y personas; pero si se puede modificar nuestra forma de afrontar esos momentos. Se puede aprender a gestionar de forma consciente el estrés.

Lo segundo es tener presente, recordar, porque en realidad ya lo sabemos,  que la ansiedad y el estrés son respuestas de adaptación al medio, herramientas de supervivencia, procesos sanos que se desencadenan cuando nos encontramos ante una situación que representa: un desafío, un aumento de demandas, un cambio en relación a nuestra vida hasta ese momento. Sólo hay que saber reconocerlas y gestionarlas. Ni reaccionar ante ellas; ni dejarnos bloquear.

Pero ¿tenemos un límite antes de empezar a enfermar a consecuencia del estrés? Sí. Cada persona tiene el suyo. Es necesario ser muy sincero para reconocerlo.

También es normal que cada persona gestione el estrés de forma diferente.

Influyen: la personalidad, capacidad de resiliencia, el valor que le damos a la situación, las experiencias que hemos tenido en la vida, pensamientos o creencias limitantes, prejuicios o miedos que a veces ni reconocemos, la falta de salud, la soledad o no tener una red social de apoyo adecuada en ese momento… Pero, repito, se puede aprender a gestionar.

Llevo años ayudando a diversos profesionales a gestionar su estrés, también en el ámbito educativo y os ofrezco a partir de este número de la revista un camino a través del juego y del cuento capaz de reforzaros para que respondáis de forma saludable a este proceso de adaptación.

Además, gestionar conscientes nuestro estrés nos permitirá ayudar al alumnado en este tema, de forma eficaz.

 El primer paso es comenzar a practicar atención plena, cada día.

Hace años me di cuenta, que todos los que estamos con niños podemos practicar mindfulness solos o con ellos, a través de las actividades que más les gustan: jugar y contar cuentos.

Antes de empezar con la primera actividad que os propongo me gustaría aclarar qué es atención plena: es una capacidad que todas las personas poseemos desde que nacemos, al igual que traemos con nosotros: la autoestima, la resiliencia, la comunicación asertiva…

La atención plena se encarga de hacernos conscientes, aquí y ahora, de lo que somos, sentimos, pensamos y cómo actuamos, y de todo lo que sucede en nuestro entorno. Todas las personas sembramos esta semilla el día que nacimos, algunos la cuidamos y regamos y otros no.

¿CUÁNTO TIEMPO PASAS REALMENTE DESPIERTO?

Hoy empezaremos por darnos cuenta de cómo está nuestro nivel de atención plena con una sencilla pregunta: ¿cuánto tiempo pasas en el presente, en el pasado o en el futuro del cien por cien de tu tiempo despierto? A contestar nos ayudará el siguiente cuento:

“Un día conocí a tres orugas:

La primera se llamaba AINS. Llevaba en una de sus patas una foto suya de bebé y se quejaba constantemente diciendo: – AIIINSSS No quiero crecer, me gustaba más cuando era pequeña, qué bonita era, sin preocupaciones. Ahora siempre tengo que estar buscando hojas y caminando. ¡Vaya rollo!

Las demás orugas se sorprendían de que avanzara algo en el camino porque siempre estaba pensando en el pasado.

La siguiente oruga, se llamaba ORUGA. Ella se dedica a vivir… como una oruga. Comía hojas, rectaba, hablaba con sus compañeras de camino y disfrutaba de ser… oruga. De vez en cuando recordaba sus fotos pasadas y a veces traía a su mente que se convertiría en una mariposa, pero la mayoría del tiempo vivía el momento presente, por eso le gusta ir atenta al camino, respirar, darse cuenta de cuáles eran las mejores hojas para alimentarse y saludar al resto de animales del bosque.

La tercera oruga, se llamaba SERÉ. Su nombre se lo pusieron las demás orugas porque siempre estaba pensando en el futuro. Sólo soñaba con volar. No comía hojas porque pensaba que así sería una mariposa más elegante. Su cuello se estiraba y estiraba como si quisiera llegar antes al futuro.

Y en un descuido, por falta de atención ¡AAYYYYY! Se cayó en un hueco entre dos troncos y desapareció.

La oruga ORUGA que vio el mismo obstáculo, lo saltó  y siguió rectando, apenada por la suerte de la oruga SERÉ, a la cual ha visto desaparecer en el vacío.

AINS y ORUGA llegaron a un tronco que se dividía en dos caminos, el final de uno de ellos era una telaraña, así que decidió ir por el camino que parecía menos peligroso. Avisó a su compañera AINS, pero la otra oruga le contestó – ¡Ainss! no puedo concentrarme en ver el camino, estoy tan triste. Me gustaría tanto volver a ser como antes, tan bonita, pequeñita…

Como AINSS miraba todo el rato para atrás no pudo ver la telaraña, se enredó en ella y quedó atrapada.

La oruga ORUGA, vio de lejos a AINSS, pero no pudo hacer nada. Ella tenía que seguir comiendo y caminando. Al momento empezó a sentir muuucchhhooo suuueeñoooo, así que, se enganchó a la corteza del tronco, se enroscó y se quedó profundamente dormida.

(Si quieres puedes imaginar que tú eres ORUGA y que te estás enroscando) Alrededor de su cuerpo empezó a formarse una crisálida que la mantenía calentita y protegida, mientras se producía la ME-TA-MOR-FO-SIS. Cuando la mariposa estuvo completa empezó a romper la tela que la recubría. Sacó una pata, luego otra, otra… la cabeza, el cuerpo, desplegó sus alas, las movió un poco y disfrutó de sus colores. Se miró muy contenta. ¿Volaría? Había que probarlo. Aleteó y sin ningún esfuerzo se elevó. Voló durante unos días, los que duró su vida, disfrutando de ser lo que ahora: MARIPOSA.

Las orugas son maravillosas cuando son orugas, las mariposas son maravillosas cuando son mariposas.

¿Cuánto tiempo de tu día eres AINS, ORUGA o SERÉ? Cuando vivimos en el pasado o en el futuro, nuestros pensamientos generan una película irreal que nos carga de ansiedad y que no podemos resolver, porque en realidad sólo podemos actuar y tomar decisiones en el presente.

Te invito a contar este cuento a los niños y escuchar sus reflexiones. Te sorprenderán. Practica también sólo o con ellos la metamorfosis, es una actividad relajante y divertida, que os llenará de paz y energía.

Autor: Gemma Sánchez, educadora y creadora de juegos y cuentos para desarrollar tus capacidades, solo o junto con los niños, a través de la práctica de la atención plena.

En su web puedes descargarte los dibujos para colorearlos y encontrarás más actividades para crecer en atención plena y en todas tus capacidades: www.gemmasanchez.com