El estrés, el dolor y el sufrimiento son el resultado de confusiones con respecto a conceptos, significados, creencias y valores mentales que determinan nuestra experiencia dentro de esta “vida”. El simple entendimiento de dichos conceptos puede llevarnos directo del conflicto a la felicidad, la dicha y la paz absoluta.

Un ejemplo que podemos resaltar y que puede hacer un cambio trascendental en nuestra perspectiva con respecto a todo, es creer que contentamiento y felicidad son lo mismo, esta es una confusión trágica para la consecución de la felicidad, una aniquila a la otra, tomar al contentamiento como felicidad hace que la felicidad se vuelva imposible.

El contentamiento o la alegría emergen como efecto de una percepción externa, de que todo marcha como a nosotros nos parece bien. Son esos momentos en los que reímos, estamos contentos con todo lo que está pasando y nos sentimos agradecidos por ello.

La felicidad es otra cosa, abraza toda situación independientemente del calificativo que le pongamos, va más allá de lo “bueno” y lo “malo”. La felicidad brota de una certeza muy profunda que nace de las raíces de nuestro Santo Ser, El Cristo.

Es aprender a vivir con un compromiso firme contigo mismo, a mantenerte alerta, es una decisión de estar dispuesto a transitar cualquier camino y que todos te lleven directo a la paz siempre.

Cuando comienzas a ser disciplinado con esta decisión, se desplegará ante ti el panorama completo de la dualidad, dejarás de huir de “lo malo”, entenderás que por cada cosa buena hay una mala sucediendo y que eso no está mal, eso es normal, así funciona un mundo de polaridades.

La felicidad es permitir que todo sea tal como está siendo, es sumergirte en el contenido de tu realidad, abandonar el deseo constante de querer cambiar situaciones, de tratar de moldearlas para que se adecuen a lo que consideras correcto.

Cuando confundes el contentamiento con la felicidad se da el problema de creer que hay un intervalo de tiempo para su logro, o que hay tiempos y espacios en donde es imposible ser feliz. Eso no es así; de hecho, la felicidad te libera por completo de la línea de tiempo y espacio; mientras estos sigan vigentes en tu mente no podrás experimentarla y la colocarás donde no está. La felicidad no se encuentra en tiempos y lugares específicos, no es un punto en el mapa, es el mapa. Es el reconocimiento de la fuente creativa de donde emerge todo.

La felicidad sólo puede ser experimentada ahora mismo, es inminente si te comprometes con ella, si inclinas todos tus esfuerzos a su logro, te darás cuenta que no es necesario caminar hacia ella, el impulso de caminar para cualquier parte nace de ella, es la fuerza creativa que mueve todo.

Alcanzar la felicidad no requiere tiempo en absoluto, pero tu compromiso con respecto a su logro si, conllevará el tiempo que te tardes en tomar esta decisión y cuando lo hagas se te proveerá de todos los medios necesarios para su realización.

La felicidad es la paz que llevas dentro de tu interior, ese lugar de descanso, de contemplación y dicha, el cual resplandece con solo desearlo de todo corazón. Sentirás felicidad cuando te veas libre de la necesidad de que las cosas vayan cierta manera y te abras a experimentar lo que sea que tenga que venir con confianza, porque sabes que cuando te colocas en ese lugar dentro tuyo, no puedes ser herido, ni dañado, nada es alterado ni cambiado.

Es importante que observes con qué estás comprometido ahora mismo, que observes si tus sensaciones son de tranquilidad o de estrés, dolor o sufrimiento, si aún te encuentras en este nivel, recuerda que siempre puedes elegir de nuevo y decidirte por tu paz. Tú no tienes nada más que hacer aquí que ser feliz y observa que no te estoy diciendo, estar feliz, te digo SER FELIZ.

Esta lectura es un llamado de tu Santo Ser Interior, para que observes el cansancio con respecto al sufrimiento, el sin sentido de sostener el dolor y responder a esa parte de ti que pregunta constantemente ¿cuándo se acabará esta locura?

Se terminará cuando lo decidas. Tienes un guía específicamente para este propósito dentro de ti, es un pensamiento que espera con ansias a que te decidas por tu paz, por tu tranquilidad, a que abandones la guerra y el conflicto, que sabes bien se encuentra en tu mente.

Este guía tiene un plan perfecto para ti y no te dejará solo ni un solo instante, te levantará cuando te caigas, pero sobre todo te amará, esa es la clave, sentir Su Amor por ti. Él trae a tu mente el Amor de tu realidad, desde tu realidad, con Él todo te será fácil. Sólo quédate en silencio y escucha Su Voz hablarte.

Cuido de ti siempre, y ha llegado la hora de Ser Feliz, no de la manera que tu crees que es ser feliz, si no de la manera en que en verdad se Es Feliz. Estoy aquí y no me iré, esperaré a que te decidas, aguardaré pues no tengo otro propósito que tu felicidad. No te contentes con una felicidad futura pues hay Causa suficiente para que seas feliz ahora.