Dentro del sistema de pensamiento del ego, el “saber” tiene un valor y significado muy importante. Todo el aprendizaje que ofrece está fundamentado en erradicar la ignorancia y prepararte o empoderarte para los retos y sacrificios que la “vida” ofrece. Estudiamos para no ser ignorantes, guardamos recuerdos de situaciones y eso es a lo que el ego llama “sabiduría”, atesoramos recuerdos de momentos difíciles, pues creemos que eso nos da fuerza o motivación.
El conocimiento que adquirimos según este sistema de pensamiento se fundamenta en experiencias pasadas que garanticen el resguardo y protección del futuro, así como el destierro total de la ignorancia.
Los ignorantes pueden ser catalogados como tontos, débiles e ilusos, incapaces de alcanzar los logros estructurados por el mismo sistema. De esta manera de pensar coloca a la mente en un punto de competición tal, que la vuelve ciega y destruye la naturaleza del instante presente con todo su potencial intrínseco que es donde verdaderamente se encuentra el Conocimiento que tiene la capacidad y sabiduría necesarios para fluir a través de lo que el ego llama “vida”, sin lucha ni esfuerzo alguno.
El ego constantemente te está llevando a que aprendas lecciones, en todos los ámbitos de tu experiencia, lecciones como padres, jefes, empleados, hijos, en fin, hay tantas lecciones como funciones inherentes al ser humano.
Las lecciones que él ofrece están llenas de dolor con castigos muy duros a los ignorantes, por lo tanto, quien es rehén de este sistema entra en un plan de aprendizaje muy presionado, estresante y con mucho cansancio mental. A más “conocimiento” se adquiera en este nivel, más se experimenta la sensación de aislamiento y soledad, de hecho, ese es su objetivo, “saber” lo suficiente para no depender nada ni de nadie.
Sus lecciones han requerido mucho tiempo y sacrificio, esto da como resultado mucho rencor interno por todo lo que se tuvo que pasar para “lograr” el objetivo. Estos logros están a disposición del tiempo y con “suerte” se llegan a experimentar en su totalidad, pues cuando entras en la carrera de ese tipo de metas el ego va desgarrándote en todo nivel, mental, emocional y físico.
La palabra ignorancia es la palabra que el ego usa para catalogar y denigrar a mentes que “no saben”, cómo resolver situaciones específicas, pero acaso ¿Hay manera de tener certeza sobre algo en esta experiencia de “vida”? cuando lo único certero acá es la muerte. Si nos detenemos y examinamos detalladamente cada cosa que hemos creído saber nos daremos cuenta que sólo son asunciones, interpretaciones limitadas de un tema, pero que realmente seguros no estamos de tener el “conocimiento” certero de dicha situación o información.
Ninguno de los aprendizajes de este mundo te garantiza absolutamente nada, por lo tanto, lo esencial es que reconozcas que no sabes nada. Siente por un momento la liberación mental que se experimenta al encontrar la lógica a esto y mantente dispuesto a poner en duda todo lo que hasta hoy has creído “saber”. Eso no es conocimiento, sino una serie de interpretaciones a las cuales has dotado de realidad.
El ego te dirá que te convertirás en ignorante y débil, que en ese estado todos abusarán de ti, pero no es la ignorancia el camino que se te está proponiendo sino el de la inocencia. La inocencia es el estado de la mente o nivel de la mente que no puede ser alcanzado por la locura, por ninguna lección tenebrosa, en este estado es donde se encuentra tu Poder.
El verdadero Conocimiento, nace a cada instante en las mentes que reconocen que no saben nada y se permiten la experiencia de revelación, para poder llegar al estado donde radica toda la creatividad necesaria para resolver todo. Antes debes estar dispuesto a mirar tu pasado con honestidad y permitir que todo eso sea deshecho completamente. Esas lecciones dolorosas fueron falsos aprendizajes de los cuales hiciste alardes de fuerza y poder que no han hecho más que fallarte.
El Espíritu Santo quien es un pensamiento traductor en tu mente te enseñará cómo escapar para siempre de ese pasado oscuro para llevarte a la luz del Ahora.
Nos dice Un Curso de Milagros: “Tu pasado es lo que tú te has enseñado a ti mismo. Renuncia a él completamente. No trates de entender ningún acontecimiento, ningún hermano ni ninguna cosa bajo su “luz”, pues la obscuridad en la que tratarías de ver tan sólo empañaría lo que vieses. No confíes en que la obscuridad pueda jamás iluminar tu entendimiento, pues si lo haces estarás contradiciendo la luz y, por lo tanto, creerás que puedes ver la obscuridad.”
Hay otra manera de aprender, que no incluye dolor, sufrimiento, tiempo, angustia y ansiedad. En ella refulge el Poder Creativo del instante presente con toda su sabiduría, la cual te traerá un gozo y un júbilo tal que inspirarás a otros a que dejen atrás las lecciones tenebrosas para ahora ir en busca de la gracia que le es dada a todo aquél que reconoce, que no sabe nada.
Tu guía será la paz perfecta, no tienes que hacer nada, sólo mantenerte en paz perfecta, se te dotará del entendimiento necesario para que puedas llevar a cabo todo. No tienes que preocuparte de nada, más que de entregar toda alteración comprendiendo que ésta no es digna del Hijo de Dios.No te preocupes de cómo vas a aprender una lección tan diametralmente opuesta a todo lo que te has enseñado a ti mismo. Sólo tienes que reconocer que ya no deseas nada de lo que has aprendido.
Aquellos que nunca se olvidan de que no saben nada, son los que finalmente están dispuestos a aprenderlo todo. Pero mientras confíen en sí mismos, no aprenderán nada, pues habrán destruido su motivación para aprender pensando que ya saben. No creas que sabes nada hasta que pases la prueba de la paz perfecta.
Para lograr el aprendizaje absoluto tienen que desear la paz y nada más. Siempre que crees que sabes, la paz se aleja de ti porque has abandonado al Maestro de la paz. Esto es todo lo que debes aprender, tu verdadero deseo en toda situación es experimentar la paz, y la respuesta a este deseo no se hace esperar, llega en el mismo instante en que se da la petición.
Abandona hoy todas las lecciones tenebrosas, han sido demasiado cansadas y te mantienen en zozobra, Dios no necesita que te llenes de información, ni que sostengas recuerdos pasados, para protegerte y asegurar tu futuro. Lo que Él necesita es que mantengas tu mente en paz para depositar allí su Sabiduría y puedas fluir a través de toda circunstancia con la certeza de que sigues estando y sostenido en Él. Entra en el estado de inocencia y reconoce que no sabes el significado de nada, no permitas que el pasado sea tu guía, ábrete a escuchar la Sabiduría del instante presente atesorado en tu corazón y en tu mente.