¿QUE VES AQUI?
Hace 15 años estuve en varias sesiones de terapia psicológica debido a una profunda depresión emocional y que hoy agradezco haber pasado por eso porque me permitió conocerme un poco más y ver hacia dentro de mí, literal fueron mis primeros Encuentros con mi Ser. Recuerdo que en una de mis sesiones donde yo tenía súper definido a varios “culpables” de mi depresión, Aileen mi psicóloga, me señaló el nombre de uno de mis “verdugos” y me preguntó: “Martha ¿QUE VES AQUI?, ¿QUE VES EN ESTA PERSONA?, ¿COMO LO DESCRIBIRIAS?” Ufff recuerdo que no tuve ningún problema en hablar de lo que veía y sentía por esta persona. Cada vez que yo decía algo acerca de esa persona salía más mi coraje porque yo la veía como la persona “responsable/culpable” de mi depresión. Cuando terminé de describir todo lo que yo pensaba, Aileen me dijo: “Ok Martha. Ahora que ya has hecho esta parte quiero explicarte lo qué es LA LEY DEL ESPEJO”. Yo escuchaba la información que ella me daba y conforme iba explicándome me iba diciendo que si yo aplicaba el ejercicio de La Ley del Espejo en mi relación con esta persona al final yo podría darme cuenta que lo que veo en esa persona es mi reflejo de alguna manera. Y así me fue llevando con el ejercicio hasta darme cuenta que todas esas ideas que yo traía en mi cabeza para identificar al “culpable” era tan solo lo que había en mi interior. Era mi sombra.
Recuerdo que ese día salí de la sesión con mi cabeza dando vueltas. ¡Me sentía asustada! Había recibido información que nunca antes había escuchado. Nunca nadie antes me había hablado de la SOMBRA, y menos del ESPEJO jajaja. Yo no podía creer que todo eso de lo que me quejaba de esta persona era parte de mi misma. En las siguientes sesiones Aileen fue trabajando estas emociones conmigo y poco a poco fui sanando todo eso que había en mí y que me molestaba ver en otras personas.
Después que Aileen me dio de alta, comencé a escuchar esta información desde otras formas de sanar como lo que es el holismo, las terapias alternativas, temas espirituales, el coaching y así me fui informando más de esto. Hay muchas herramientas que te ayudan a entender este concepto del “espejo”. Enric Corbera y Marta Salvat manejan este tema de una forma espectacular, pero también te puedo recomendar leer el libro “The work” (El trabajo) de Byron Katie que desde una forma también súper amorosa te lleva a darte cuenta que hablar mal del otro es hablar mal de ti mismo. Más que un libro es un ejercicio para practicar el “turn around” (el darle la vuelta) a cada experiencia que venga a quitarte la paz en tu mundo dándote cuenta que todo está en nosotros.
Hay una frase que me encanta, muchos ya la conocen y que va muy acorde a este tema: LO QUE TE CHOCA, TE CHECA. ¿Ya la habías oído?
Y bueno, aprovechando la situación que estamos viviendo recientemente aqui en los Estados Unidos con la muerte de un hombre de raza afroamericana llamado George Floyd y que tanto revuelo de emociones ha causado en mucha parte de nuestra comunidad, yo publiqué un post en Facebook con 4 fotografías que encierran este evento en particular, haciéndoles a mis seguidores la misma pregunta que Aileen me hizo hace 15 años atrás: ¿QUE VES AQUI? para después entregarles esta herramienta del Espejo, sé que si algunos no están preparados me señalarán ofendidos diciendo que esto no es verdad, que no es posible que uno sea igual como el asesino que ahí vemos, como los que asaltan las tiendas, etc. etc. Pero todo está bien. Esa fue mi primera reacción cuando me lo explicaron y después lo comprendí poco a poco. Quiero decirte que no me sorprendí de las respuestas que me llegaron, porque para ser franca esas respuestas también son mis respuestas, al igual que tú en este evento veo lo mismo: DOLOR, SUFRIMIENTO, RABIA, UNA VICTIMA, UN ASESINO, PAZ, SOLIDARIDAD, VIDA, RACISMO, SERES HUMANOS, RABIA CONTENIDA, GENTE QUE SE SIENTE UNIDA Y GENTE QUE SE SIENTE SEPARADA etc., etc. Cada una de esas respuestas están también en mí. No hay respuesta errónea, todas las respuestas son perfectas porque todas son una oportunidad de sanar algo en cada uno si así lo desean.
Así que ya no digo más y te entrego esta hermosa herramienta en forma de un ejercicio que es parte del libro LA LEY DEL ESPEJO del reconocido experto en coaching japonés Yoshinori Noguchi, que propone esta ley para entender como lo que sucede a nuestro alrededor es un reflejo de nuestro interior. Utiliza esta herramienta para cada situación que no te de paz en tu vida, quizás estés teniendo una mala relación con alguien o simplemente sientes que lo que sucede actualmente a tu alrededor es un caos. Yo igual lo haré porque aunque ya he sanado algunas cosas siempre sale algo más para trabajar.
De paso te recomiendo leer este libro completo porque ahí encontrarás la conmovedora historia de Eiko una paciente del coach y que fue la médula espinal para explicar cómo funciona esta Ley.
¿Qué es La ley del Espejo?
La conocida ‘Ley del espejo’ de Yoshinori Noguchi propone que nuestra percepción del mundo y de las relaciones humanas son un reflejo de nuestro interior. Esto quiere decir que las circunstancias externas (una mala relación con un familiar, un trabajo que no te satisface…) resaltan como estamos por dentro (creencias limitantes, manera de pensar…).
Yoshinori Noguchi sugiere por tanto que todos los cambios que queramos llevar a cabo con lo que se refleja en el mundo exterior deben suceder primero de manera interna. La causa de lo que te ocurre fuera eres tú mismo, la ley del espejo de invita a dejar de lado el victimismo y tomar acción en la vida, cambiándote tú primero.
Esta ley es especialmente valiosa para sanar relaciones con personas externas, siendo capaces de ver como nosotros mismos somos la causa de ese deterioro o enfrentamiento.
¿Cómo funciona?
La ley del espejo sirve principalmente como una herramienta de autoconocimiento a través de la observación y relación con el mundo exterior.
El autor nipón propone 4 maneras en las que esta ley funciona para entender que está reflejando el mundo exterior de nuestro interior.
- La similitud
Uno de los principales mecanismos para detectar la ley del espejo en nuestro día a día es la similitud.
Esta sugiere que nosotros mismos reaccionamos de manera abrupta cuando observamos algunos rasgos negativos en otras personas y que nosotros mismos poseemos. Estas personas ‘reflejan’ un lado que nosotros mismos tenemos pero consideramos oscuro o poco agradable.
Sin querer, nuestro inconsciente reacciona rechazando un acto o una persona como mecanismo de defensa personal. Sin embargo, la similitud nos muestra una manera en la que un espejo puede ayudarnos a ver aquellas cosas que consideramos defectos, aceptarlas y poder transformarlas.
Ejemplo:
Un ejemplo de similitud podría ser enfadarse o sentirse incómodo si alguien toma el liderazgo en una situación, decidiendo en tu nombre cuando normalmente estás acostumbrado a hacerlo tú.
Es posible que te veas diciendo ‘es un mandón’, ‘siempre quiere hacerlo todo él’ y en realidad no es más que un reflejo de algo similar a lo que haces normalmente, pudiendo haber recibido este tipo de ‘críticas’ en el pasado.
- La oposición
Otra manera en la que actúa la ley del espejo es la oposición.
Esta forma funciona justamente de manera opuesta a la anterior. Noguchi sugiere que en muchos casos tenemos determinados conceptos, principalmente de identidad, tan arraigados dentro de nosotros mismos (soy educado, soy tolerante, soy amable…) que el simple hecho de vernos expuestos a personas o circunstancias que reflejen lo contrario nos enfadará de manera desmedida.
Esto sucede como mecanismo inconsciente de refuerzo de la propia identidad, es una manera en la que nosotros mismos nos recordamos lo que somos y a lo que no nos queremos parecer.
Ejemplo:
Un buen ejemplo podría ser tener muy arraigada la identidad de ser educado y amable, ante esta situación si decido ir a una oficina para solucionar problemas burocráticos y la persona que me atiende contesta de malas formas, me dice que le molesto, me ignora…etc me hará de espejo de lo que yo NO soy y no quiero ser, provocando normalmente enfado.
- Comportamiento con otros
La ley del espejo nos muestra también que en determinadas circunstancias reaccionamos de manera desproporcionada con personas que nos reflejan como nosotros mismos nos estamos comportando con otras personas.
A través del enfado o de reaccionar ante estos hechos nuestro inconsciente nos ‘protege’ de que recordar que no estamos actuando de la mejor manera posible con otras personas.
Ejemplo:
Un buen ejemplo de esto podría ser la infidelidad.
Supongamos que estás casado y tienes una aventura con una tercera personas. Sin embargo, recientemente descubres que tu amante está conociendo a otra persona. En ese caso es muy probable que reacciones enfadándote o reprochando a la persona con la que tienes una aventura porque ‘refleja’ la infidelidad que tú mismo estás cometiendo con otra tercera persona con la que estás casado.
- La idealización
El último método para ser consciente de la ley del espejo es mediante la idealización.
Este caso suele ser el más común y consiste principalmente en ‘contaminar’ con nuestras expectativas internas las relaciones con los demás. Es decir, nos enfada y entristece cuando una persona externa se comporta de una manera que nosotros mismos creíamos imposible, de esa manera esta persona nos hace de ‘espejo’ mostrando nuestra decepción con que las cosas sean como nos gustaría a nosotros que fuesen.
La idealización sirve para darnos cuenta de cómo percibimos las relaciones con los demás basadas en lo que queremos que sean en vez de aceptar como son realmente.
Ejemplo:
Un buen ejemplo de la idealización suele surgir en el contexto de pareja.
Cuando conocemos a alguien e inmediatamente creemos que es ‘perfecto’ para nosotros, atribuyéndole características como que es por ejemplo detallista, cariñoso, con capacidad para escuchar y generoso.
Sin embargo, en el primer momento en el que veamos un comportamiento egoísta, ‘pasota’, se olvide de cosas importantes y no escuche, tú mismo te decepcionarás porque la imagen mental que te habías construido mediante la ‘idealización’ no encaja con lo que estás experimentando.
¿Para qué sirve?
La ley del espejo sirve como herramienta de autodescubrimiento personal a través de comprender cosas propias en la relación con el mundo y las personas que nos rodean.
Si eres capaz de ver situaciones con personas, lo que estos reflejan de ti y quieres cambiar la sensación de enfado o decepción, el autor japonés propone que una vez lo tengas claro, orientes tu comportamiento al perdón.
Noguchi muestra a lo largo del libro la importancia de ‘soltar’ el resentimiento u odio hacia alguien para poder encontrar la paz interior que habita en cada uno de nosotros.
¿Cómo perdonar y sanar los ‘espejos’ de mi vida?
El experto en coaching japonés propone en su libro ‘La ley del espejo’ 8 pasos para perdonar y sanar la relación con los ‘espejos’ de tu vida.
- ¿Qué no puedes perdonarles?
Si leyendo este artículo se te han venido casos concretos a la mente, piensa ahora en esas personas que han estado o están en tu vida y consideras que no puedes perdonarles determinadas cosas. Si puedes apunta todo lo que se te ocurra en un papel con aquello que no puedes perdonar y la persona concreta.
Ejemplo:
‘No puedo perdonar a mi padre su exigencia conmigo y hacerme ver que nunca soy suficiente en el trabajo’
- Pensamientos negativos
Una vez tengas una lista de sucesos y personas a las que no le puedes perdonar algo determinado, te invito a que escribas todos los aspectos negativos que consideras que tiene esa persona. Intenta no cortarte, escribe absolutamente todo lo que se te venga en mente.
Ejemplo:
‘Mi padre es un exigente, intransigente, controlador, crítico… etc’.
- Identifica y entiende
Una vez que hayas hecho lo anterior busca exactamente las cosas que hizo y que a día de hoy no has sido capaz de soltar.
Ejemplo:
‘No le perdono que no me reconociese nunca el trabajo dentro de su empresa’.
Una vez que lo tengas identificado intenta analizar aquellos motivos por los que pudo hacerlo, puede que hacer esto te suponga un reto, simplemente considera que tú has hecho eso mismo con otra persona, ¿por qué crees que podrías haberlo hecho?
Ejemplo:
‘No quería que me confiase, tal vez creía que era la mejor manera de que me siguiese esforzando y dando lo mejor de mí’.
- Ahora aplica el espejo y pregúntate: ¿Qué refleja esta persona/este hecho de mí mismo? Si puedes intenta identificar si ocurrió por similitud, oposición, comportamientos con otros o idealización.
Ejemplo:
‘Yo nunca reconozco el trabajo ajeno, ni siquiera el de mi padre’ → similitud y comportamiento con otros.
- Agradecimiento
Si ya tienes claro lo que ha sucedido y lo que refleja de ti mismo, intenta identificar ahora aquellas cosas por la que estás agradecido a esa persona a la que no puedes perdonas. Si puedes, escribe una lista de motivos por los que le agradeces en tu vida.
Ejemplo:
‘Estoy agradecida a mi padre por darme la oportunidad de trabajar en su empresa y por algún día heredarla; por inculcarme el valor de esfuerzo… etc’.
- Perdona con palabras
Para esta parte tendrás que recordar aquello que esta persona ha reflejado de ti mismo y perdonártelo a ti mismo y a él/ella.
Ejemplo:
‘Perdono a mi padre porque su exigencia y nunca ser suficiente me ha hecho ver que yo nunca reconozco el trabajo ajeno, ni siquiera el de mi padre’.
- Pide perdón
Una vez que hayas sido capaz de poner en perspectiva lo anterior y perdones a esa persona siendo consciente de lo que ha reflejado de ti, observa cómo te has comportado tú. Es posible que habiendo visto el espejo que ha hecho, quieras también disculparte por el posible daño causado.
Ejemplo:
‘Lo siento papá por no haber reconocido tu trabajo’.
- Aprendizaje
Este encuentro o esta persona concretamente está intentando enseñarte algo de ti. Intenta ser consciente de lo que debes aprender, siendo consciente del tipo de ‘espejo’ que supone en tu vida y cómo quieres de ahora en adelante llevar la relación.
Ejemplo:
‘Tenía que aprender que yo hago lo mismo y que lo que menos me gusta de mi padre también es lo que menos me gusta de mí y así mismo lo que yo hago con terceras personas’.
Perdona de verdad
Es posible que aun habiendo hecho todos estos pasos sigas guardando algo de rencor a esa persona. El autor japonés propone que te digas a ti mismo ‘Le perdono’ todas las veces que consideres necesarias hasta que sea verdad, Noguchi resalta que aunque la ley del espejo actúe a través de otras personas, el perdón no deja de ser a uno mismo.
¿Qué beneficios nos aporta?
- Mayor autoconocimiento. Cuanto más conocimiento tienes de ti mismo/a más claro visualizas lo que quieres en tu vida, dirigiendo así tus esfuerzos hacia el alcance de tus objetivos y tus metas.
- Integración de tu sombra. Al reconocer tu lado oscuro, deja de ser un impedimento invisible constante.
- Más empatía y compasión. En el momento que te pones en el lugar del otro, aceptas la imperfección “humana” ajena, puesto que también la percibes en ti.
- Mayor equilibrio. Lo externo te afecta en menor medida, te encuentras más conectado/a con tu paz interior.
- Humildad. Aprendes a verte tal y como eres, sin máscaras, aceptando tus debilidades y desapegándote del ego.
- Liberación de la actitud de víctima. Dejas de ceder tu poder personal a los otros para empezar a responsabilizarte de tu persona.
- Más sabiduría y libertad. Comprensión sobre las cosas y libertad de elección, puesto que estás menos condicionado/a por lo exterior. Y, por último, el saber perdonar es de sabios, porque odiar a alguien es como beber veneno y esperar a que muera el otro.
Merece la pena dedicar un tiempo a tal introspección, ¿Vamos?
Referencias: La ley del espejo – Yoshinori Noguchi