Hace unas semanas visité a mi familia en Guadalajara, Jal. (México) después de más de un año sin poder salir de Estados Unidos por la situación COVID para visitarlos.
Estuve muy contenta los pocos días que estuve ahí. Pude estar con mis papás y platicar con ellos. Cada vez que voy, aunque sea por un fin de semana mis hermanos y mis papás me consienten mucho y hacemos diferentes actividades para aprovechar el tiempo juntos. Para empezar mi hermana Rosy siempre me recibe con un delicioso desayuno hecho con los clásicos chilaquiles mexicanos, servidos con su respectiva crema y cebolla. ¡Ah! y no puede faltar ese cafecito de olla con el rico pan dulce que solo en México lo hacen. ¡Todo delicioso!
Esta ocasión me organizaron algunas reuniones con la familia. Estuve en casa de mi tía Rocío que como cada vez que voy me prepara una cena riquísima en su casa, con ella y su esposo mi tío Rafael se pasa el tiempo volando, son unos grandes anfitriones.
En cada reunión se viven grandes cosas, cada momento vivido con todos ellos me los traigo conmigo porque se convierten en ese combustible que me permite vivir lejos de ellos. Disfruté mucho mi estancia ahí, pero siento que esta vez fue un poco diferente a las otras visitas que he hecho.
Yo he comentado que siempre que viajo a México es como si al llegar ahí sintiera que nunca me he ido. Como si el tiempo no pasara. Todo me parece tan igual, tan en su lugar casi como cuando me vine a Estados Unidos, pero esta vez sucedió algo que por primera vez hizo aterrizarme en el tiempo que en realidad ha transcurrido.
Antes de mi viaje le comenté a mi hermana Luli que me gustaría mucho ver otra vez a todas nuestras amigas que eran vecinas de la calle donde pasamos nuestra infancia y gran parte de nuestra vida. Esa calle es la muy famosa calle Río Tapajos, la cual es para todos mis hermanos el lugar donde quedaron algunos de los mejores momentos de nuestras vidas. Así que mi hermana Luli me dijo que ellas de vez en cuando se reunían y que hasta tenían su grupo en WhatsApp para comunicarse de vez en vez. Así que organizó un encuentro para cuando yo estuviera ahí.
La reunión fue en una cafetería en San Pedro, Tlaquepaque. Muy cerca de donde toda mi familia vive, para mí es un lugar donde tengo que ir si o si cada vez que visito Guadalajara, es un lugar donde recargo mi batería tan solo por oler ese olor que solo ahí se respira, por ver todo lo que ahí tienen en sus galerías, en sus tiendas, en sus restaurantes, en su jardín central y en sus parroquias. Si no conoces Tlaquepaque te invito a que lo visites algún día, es un lugar lleno de magia, donde la artesanía y gastronomía mexicana está por todos lados y ni qué decir de la música que sale del Parian. Ahí puedes sentarte a escuchar la música de mariachi mientras te refrescas con alguna bebida tradicional mexicana y te comes una rica torta ahogada o la muy tradicional birria. Hay diversión de todos y para todos. En fin, mi hermana eligió súper bien esa cafetería donde se respiraba un ambiente tranquilo y muy familiar. Fue el mejor lugar para este tipo de reunión, porque a lo que íbamos era hablar de muchas cosas, de ponernos al tanto de nuestras vidas y ese lugar nos acogió súper bien.
Primero llegamos mi hermana Ana, Luli y yo. Nos dieron una mesa para 10 personas y ahí estuvimos esperando a que llegaran cada una de nuestras amigas que para nosotras son casi hermanas. Mi hermana Luli me comentaba que estaba sorprendida que casi todas, excepto una de ellas, habían confirmado su asistencia. Me decía que era raro cuando se podían juntar todas porque la mayoría con sus respectivas ocupaciones a veces no pueden asistir cuando hacen sus reuniones. Así que me sentí muy honrada y muy contenta de saber esa respuesta de ellas.
Al cabo de unos minutos fueron llegando una a una. ¡Yo estaba emocionada! tenía muchos años sin verlas. En algunos casos no las había visto desde que me vine a Estados Unidos hace casi 22 años. Cada vez que llegaba una yo las recibía con un abrazo, me maravillaba de ver a cada una de ellas y de sentir el gusto genuino de verme y de volvernos a encontrar, aunque sea por unos instantes esa noche.
Al poco rato de estar ya todas sentadas en esa mesa, pedimos algo de tomar, sentíamos mucho calor, algunas pidieron una cerveza, otras solo un refresco, mi hermana Ana pidió una rica malteada, otras pedimos un clericot, y así una a una pedía lo que más les gustaba. Desde ahí ya se podía ver el gusto por cada una, se podía ver un poco de su personalidad. Yo no me cansaba de mirarlas una a una y ver lo hermosas que estaban, eran las mismas que dejé de ver, pero algo las hacía verse más hermosas y plenas, creo que es el hecho de que ahora todas son mamás.
Todas estábamos muy contentas hablando de cómo habían dejado por unas horas a sus esposos e hijos en sus casas y ahí fue donde todo el tiempo se me vino encima hahahahaha porque entre esas pláticas donde hablábamos de nuestros hijos yo tenía la idea de que tenían hijos pequeños, era como si en mi mente yo tenía la idea de que recién nos habíamos dejado de ver y que el tiempo no había pasado por tantos años, pero cuando me fueron diciendo la edad de cada uno de sus hijos pude ver que en verdad ¡ya había pasado mucho tiempo! No podía creer que por ejemplo los hijos de mi amiga Gaby tuvieran entre 18 y 21 años, que Paola de la familia Aceves ya tuviera hasta un nietecito, y que por poner otro ejemplo la hija de mi amiga Moni Aceves está embarazada y que pronto mi amiga será una abuelita joven.
¡Wow! Fue como un ajuste de cuentas acerca del tiempo que no he estado ahí entre ellas. Entre tantos acontecimientos en todo este tiempo, así como ha habido nuevos nacimientos, también ha habido muertes entre estas familias. Hablamos de todo eso, lloramos recordando a esas personas que se han ido, pero los recordamos con un corazón alegre de saber que todas esas experiencias vividas con ellos siempre estarán entre nosotros. ¡También se aprovechó esa ocasión para develar el sexo del bebé de la hija de mi amiga Moni y fue un gusto saber que será una niña!
Y bueno, todo este relato te lo expreso porque aprovechando que este mes quería enfocarlo en los diferentes tipos de mamás que hay, pude ver que en cada una de mis amigas y en algunas mujeres de mi vida representan algún tipo de mamás entre ellas.
¡Empezamos!
La mamá de todas las mamás: Ella es mi hermana Rosy, ella se toma su papel muy en serio, es la que se preocupa por todos. La que siempre tiene un plato de comida o un vaso de agua fresca para el que llega a su casa. Es una mujer que vive en su maternidad al 100%. Creo que algunos en la familia la sentimos como nuestra segunda madre. Siempre podemos contar con ella.
La mamá con alma viajera: Ella es mi hermana Luli, ella siempre toma la oportunidad de conocer lugares y viaja cuando hay un nuevo lugar por conocer, ¡pero no viaja sola! Siempre invita a sus hijos, a su esposo y hasta sobrinos y tíos. Ella nació libre y vive esa libertad volando a diferentes lugares, así ha sido su vida siempre, viviendo esa libertad de hacer lo que más le gusta según la etapa que está viviendo. Yo ya quisiera ser un poco como ella en este sentido. Ser tú y hacer lo que quieres hacer en cada momento con responsabilidad.
La mamá maestra: Ella es mi hermana Ana, desde que yo recuerdo ella hubiera querido ser maestra, pero la vida la llevó a estudiar contabilidad, profesión que ejerce en el despacho que ella y su esposo tienen, pero que debido a la situación de COVID se ha convertido como muchas en maestras asistentes de sus hijos. Ella es una mamá súper dedicada a sus hijas. Todos los días se las lleva a su oficina y en el horario escolar ella está atenta a lo que necesitan las niñas en sus clases en las computadoras, está al pendiente de sus tareas y hasta les ayuda a crear hermosos proyectos de manualidades que tienen que hacer para presentaciones. Se le puede ver el espíritu de haber querido ser maestra. Creo que al final de cuentas lo está ejerciendo y de la mejor manera al entregarse así a sus chiquitas. Estoy segura que ellas siempre recordarán eso de su mami.
La mamá alegre y positiva: Mi amiga Gaby Silvestre la puede representar muy bien, ella por su forma de ser y de escucharla cuando platicábamos puede transmitir esa alegría y mucho sentido positivo en su forma de ser. Se ve libre en su actuar y una conexión hermosa con sus hijos.
La mamá elegante y organizada: Aquí puedo colocar a mi amiga Daniela Silvestre, una mujer guapa y elegante en su porte, se ve que la organización es lo de ella y que lleva todo en su tiempo y forma. Ha formado también una hermosa familia.
La mamá que tiene amor para dar y repartir: Ella es mi amiga Moni Aceves, desde que me acuerdo de ella siempre ha estado cuidando de sus hermanitos, después de sus hijos y me cuentan que también ha cuidado de sus sobrinos. Moni siempre tiene ese amor de madre para dar y repartir. Ahora tendrá que retomar nuevas fuerzas para recibir a su primera nieta que está por llegar. Estoy segura que hará el mejor papel de su vida con ella.
La mamá que une a la familia: Aquí podría señalar a Karla Aceves, ella juega un papel importante en su familia porque se ve que es la que une a todos y trata de que haya armonía entre ellos. Es una mujer muy inteligente y sabe cómo hacerlo. Adora a sus dos hijos que son unos hermosos niños.
La mamá joven y enfocada: Esta podría ser mi amiga Paola Salazar, es una mamá soltera muy joven, la dejé de ver cuando tenía como 14 años y me la encuentro ahora siendo mamá de Paul. Me quedé maravillada de ver la madurez que ha obtenido a lo largo de sus años y de sus experiencias. Es una mujer muy enfocada en lo que quiere y se ve que en esencia está tranquila en su vida. No tiene prisa de nada, ella solo vive en su presente, sin expectativas, y disfrutando de su hijo. La vida le tiene un regalo muy importante y ella lo sabe, solo es cuestión de tomar la decisión de querer recibirlo.
La mamá que toma la vida como viene: Ella es mi amiga Karla Salazar, a ella todo se les resbala como decimos en México. Siento que vive su vida muy agusto. Es súper divertida, ocurrente, y creo que si algo le preocupa en la vida no es mucho. Con ella aprendí que no debemos detenernos en esos baches de la vida, hay que darle vuelta a la página para pasar a otra experiencia. Eso es vivir. No detenerse en lo que no te deja avanzar. Aun cuando recuerda a sus bebés no nacidos, agradece el tener a su único hijo con ella. Y ahí ¡ya lo tienes todo!
La mamá que ofrece ternura: Ella es mi amiga Bere, desde que la conozco para mí es como esa amiga que siempre te ofrece ternura, transparencia, te dice lo que piensa de una manera súper bonita, siempre tiene dibujada una hermosa sonrisa en su rostro. Fue un honor encontrarme de nuevo con ella, recordar que esa parte de ella también está en mí.
La mamá que no envejece: Aquí entra perfecto mi amiga Paola Aceves, cuando la vi volví a ver aquella muchacha soltera que solía visitar nuestra calle. Ella vivía en la calle detrás de mi casa, es prima de Moni y Karla Aceves. Era una muchacha muy divertida, y también siempre la recordaba por su sonrisa. En esta ocasión me llevé la sorpresa de que tenía hijos ya mayores y que hasta ya tenía un nieto. WOW! En mi película la vi igualita de cuando la dejé de ver. Súper jovencita y en esencia siendo la misma. Son de estas mamás que no dejan pasar los años. Que nos pase la receta jeje
Y bueno pues lo más bonito de esto es que yo aquí las he catalogado como “mamás” porque es el papel en donde están ahorita en su actualidad, pero al final de cuentas si les quito esa palabra y se las cambio por “mujer” puedo ver que están viviendo su esencia que han tenido toda su vida, y que ahora pueden vivir su personalidad dentro del contexto de ser madres. No cabe duda que cuando nos hacemos cargo de nosotras siempre llevamos nuestra esencia en todos los ámbitos de nuestras vidas. Estoy segura que ellas si trabajan en algún lugar también integran su esencia en lo que hacen ahí.
Les compartí todo lo que estoy haciendo con esta revista y los programas de charlas que tengo y les gustó mucho lo que hago. Les dejé algunas revistas a ellas para que vieran el trabajo que estamos haciendo y se fueron muy contentas de saber que yo iba a escribir algo acerca de nuestro encuentro.
Fue un honor y un gustazo encontrarme de nuevo con todas, ver y sentir que cada una de ellas representa algo de lo que yo soy. Que cada una es perfecta tal y como es. Que somos como esas células de nuestro cuerpo o esas gotas individuales de un océano pero que en conjunto somos un mismo universo. Todas somos UNA.
¿Te identificaste con algún tipo de mamá entre ellas? Si así fue ¡que padre! Pero si no, de todos modos, vas a encontrar otros artículos con otras formas de explicar estos diferentes tipos de mamás que podemos ser.
Antes de terminar te quiero decir que te voy a compartir como un regalo, una oración de liberación ancestral que me pareció muy interesante. Espero te guste y la puedas integrar en tu vida.
¡¡FELIZ DIA DE LAS MADRES!!