Se han vendido miles y miles de libros con respecto a este tema, y sin duda cada uno de nosotros tiene más de un libro sobre la abundancia en nuestra librera,  es una meta que todos ansiamos alcanzar, con este artículo daremos un giro total a este concepto, el cual marcará un antes y un después en la idea que hasta hoy hemos tenido de lo que es abundancia.

Quiero que te observes e identifiques tu nivel de conciencia con respecto a este concepto, me enfocaré hoy en tres diferentes maneras de percibir la abundancia.

Primero La abundancia es gozar de un gran bienestar económico.

Para las personas que se encuentran en este nivel de conciencia, el logro de la abundancia con lleva mucho esfuerzo, sacrificio, lucha y un incesante miedo a la pérdida; además de ser personas que les encanta hablar de sus logros, siendo su personaje el protagonista del logro monetario.

Segundo La abundancia es la capacidad de manifestar bienestar económico, emocional, corporal, mental y espiritual.

En este nivel ya hay mucha más consciencia, se abre a diferentes posibilidades de adquirir la abundancia, incluyendo el bienestar de los otros y la alegría de compartir, más aún, dentro de la idea se encuentra justificada la lucha, el sacrificio y el miedo.  Acá somos conscientes de que por más que tengamos, hay una insatisfacción o vacío que es el punto de despegue que nos hace saltar al siguiente nivel.

Tercero La abundancia es parte de la naturaleza del estado de Ser.

En este nivel dejan de tener sentido las luchas, los esfuerzos, pero sobre todo la sensación de miedo. La abundancia deja de ser una meta para convertirse en algo natural en ti.

Una característica de las personas que se encuentran en este nivel es que tienen certeza que no necesitan nada, esto sin duda alguna no encaja cuando tu mente está identificada con tu personaje, debes trascender las formas.

Los verdaderamente abundantes no se preocupan porque están identificados con su estado de Ser, el cual hace que la experiencia humana se desarrolle en un estado de gracia tal, que cualquier clase de necesidad, insatisfacción o pérdida sea imposible.

La abundancia no tiene nada que ver con cuanto tienes,  si no con tu certeza de quien Eres, eso es conocerte a ti mismo. Es decir, que los verdaderamente abundantes saben que la gracia es el estado natural de Ser donde nuestras necesidades se satisfacen con facilidad, nuestros deseos se cumplen espontaneamente y la mente reposa en serenidad.

La Gracia es Dios inclinándose hacia ti, agradeciéndote por ser su hijo. En el mundo de las formas esto sucede a través de las personas con las que te encuentras, a través de ellas Dios te agradecerá y podrás sentir su amor. En todo aquel con quien cruces tu mirada encontrarás tu inocencia, tu  impecabilidad y tu santidad, y ellos traerán lo que necesites. En el momento en que lo necesites, tener certeza de esto es conocer a Dios y saber que vives en Él, experimentar su gracia es vivir en abundancia.

Esta es la verdadera manifestación de abundancia, tu certeza de que eres amado y que ese amor te sostendrá, te elevará y cuidará de ti eternamente. Para esto fuiste creado, para dar testimonio de esto estás aquí. No volverás a experimentar necesidad y tu mente descansará, pues sabrás que ERES SU HIJO, A QUIEN ÉL AMA.

Hoy tu nivel de conciencia se ha elevado a los confines de tu realidad de Ser, hoy has entendido quien Eres y cuan amado Eres. Confía en que todo te será dado, la gracia de Dios ha descendido hasta tu mente para darte la herencia que te pertenece y los dones con los que fuiste creado. No tienes que alcanzar nada, no tienes que luchar por nada, ni tener miedo de perder nada, cuando entiendas esto, serás verdaderamente abundante.

Artículo inspirado en el epígrafe Estado de Gracia de Un Curso de Milagros.