¿Te has preguntado qué es lo que quieres?

Si tu respuesta es una piel perfecta, lamento decirte que no existe, suena dramático, pero es así.

Lo que si podemos conseguir es una piel sana.  Lamentablemente, las redes sociales, la televisión y las revistas, con sus filtros nos venden la idea de que las pieles perfectas existen. En esta nueva era, nos hacen creer que muchas “influencers” o personas “famosas” tienen la piel sin imperfección alguna, pero la realidad es completamente diferente.

Ciertamente, una piel sana refleja una textura lisa, poros cerrados, o casi cerrados y un tono uniforme, pero no perfecta. Esto se puede conseguir al mantener un buen cuidado de nuestra piel y aunque eso requiere ciertos pasos, es muy fácil lograrlo.

Primero que nada, es necesario conocer tu tipo de piel.

Lo mejor es consultar a un especialista, un profesional de la piel, para dicha evaluación. Desafortunadamente, en las redes sociales hay demasiada información y, muchas veces, confusa, contradictoria o equivocada. Hay una gran variedad de tests en línea, pero su veracidad es cuestionable.

Sin embargo, puedes seguir los siguientes principios básicos basados en una higiene correcta que sin duda te ayudaran a mantener la piel saludable.

Lavar tu rostro:

Lavar tu rostro por la mañana, por la noche y después de hacer ejercicio con un jabón o gel específico para tu tipo de piel, mantendrá tu rostro libre de impurezas.

Tonificar:

El tónico o loción nos ayuda a reforzar la acción limpiadora del jabón o gel y a equilibrar el PH del rostro.

Hidratar:

La hidratación y humectación son clave para mantener la elasticidad de la piel; los nutrientes en cremas o lociones humectantes o hidratantes ayudan a prevenir el envejecimiento prematuro. En este paso podemos incluir un serum para alguna necesidad específica como eliminar manchas o marcas de acné, por ejemplo; y una crema o gel para el contorno de ojos, ya sea para evitar las famosas “patas de gallo”, ojeras o inflamación.

Proteger:

Uno de los pasos más importantes para el cuidado de tu piel es el uso de pantalla solar, especialmente si se han usado productos con vitamina C. Muchas personas se olvidan de lo importante que es la protección solar ya que esta nos protege del envejecimiento prematuro, la aparición de manchas a causa del sol, la irritación o la prevención de cáncer de piel.

Tomar agua y comer sano.

Somos lo que ingerimos, y para mantener una piel sana es necesario hidratarse internamente y alimentarse saludablemente. Es esencial tomar por lo mínimo 2 litros de agua al día, evitar gaseosas, y comer frutas y verduras. Si se cree necesario, podemos agregar suplementos o vitaminas.

Ahora que sabes que las pieles perfectas son un mito, pero que las pieles sanas se pueden lograr con un poco de disciplina, pon manos a la obra y sigue las sugerencias que te hemos compartido. También, intenta incluir alguna actividad relajante, ya sea meditación, yoga o lectura. No hay duda de que evitar el estrés nos beneficia de forma general, y tu piel lo agradecerá.  Por otra parte, acepta tu piel y los cambios que se presenten; recuerda que también influyen mucho los cambios hormonales y los climáticos.  Para un asesoramiento especifico, consulta con un profesional. Es importante que recuerdes que tu piel te acompañará el resto de tu vida; cuídala y trátala bien.