La Tanatología es una disciplina científica que se encarga de encontrar el sentido al proceso de la muerte, sus ritos y significado concebido como disciplina profesional, que integra a la persona como un ser biológico, psicológico, social y espiritual para vivir en plenitud y buscar su transcendencia. También se encarga de los duelos derivados de pérdidas significativas que no tengan que ver con la muerte física o enfermos terminales.

Una definición más concreta es considerarla como “el estudio de la vida que incluye a la muerte”. Del origen griego thanatos (muerte) y logos (estudio o tratado); por tanto, el objetivo de la tanatología es proporcionar ayuda profesional al paciente con una enfermedad en etapa terminal y a sus familias, o bien a una persona que esté en viviendo algún tipo de pérdida.

¿En qué me puede ayudar un tanatólogo (a)?

En el proceso de duelo, así como en cualquier tipo de pérdida significativa de las mencionadas anteriormente. Su función principal es procurar que el paciente o cualquier ser humano que sufra una pérdida sea tratado con respeto, cariño, compasión y que conserve su dignidad. La meta última del tanatólogo es orientar al enfermo o doliente hacia la aceptación de su realidad, aceptación que se traduce en esperanza sobre la situación real. Esto incluye una mejor calidad de vida, y en su caso una muerte digna y en paz.

¿Qué implica una muerte digna?

  • Calidad de vida durante esta etapa final.
  • Atención adecuada.
  • Ayuda para resolver problemas.
  • Morir rodeado de gente cariñosa.
  • No ser objeto de experimentación.
  • Respetar y darle gusto al paciente.
  • Presentar opciones reales para su situación actual.
  • No dar expectativas falsas.

¿En qué casos la tanatología puede ayudar a recuperar la paz interior y armonía?

  • Cuando la familia pasa por estados de depresión y angustia frente a la enfermedad terminal de un miembro de la misma.
  • Cuando el enfermo experimenta depresión y angustia por su propio padecimiento.
  • Al experimentar episodios de crisis por muerte no esperada, trágica, violenta, súbita.
  • En casos de muerte de niños.
  • En el manejo del duelo en niños por la muerte de sus padres o abuelos.
  • En el caso de intento frustrado de suicido, cualquiera que sea la motivación pues no se debe descartar un nuevo intento de atentar contra la vida.
  • La pérdida de un empleo.
  • Amputación de un miembro del cuerpo.

La separación de tu pareja, la ruptura de una amistad, la pérdida de la confianza y la pérdida o la traición de tus firmes principios.