Lo que hay detrás de cada ansiedad, estrés, pánico, enfermedad, situaciones emocionales, mentales y físicas que nos quitan la paz y que aparentemente son resultado de “situaciones externas” es una profunda crisis existencial. No puedes lograr nada verdaderamente significativo si tus preguntas existenciales no han sido resueltas.

Lo que hay detrás de cada enojo, por muy pequeño que parezca es una frustración de no encontrar sentido a tu vida.

Este tema se desarrolla de manera épica en Un Curso de Milagros, el cual nos da las herramientas y la guía para resolver estas preguntas que determinan tu experiencia.

Según el libro y su enseñanza Soy (somos) el Hijo de Dios, pleno, sano e íntegro, resplandeciente en el reflejo de Su Amor. En mí Su creación se santifica y se le garantiza vida eterna. En mí el amor alcanza la perfección, el miedo es imposible y la dicha se establece sin opuestos. Soy el santo hogar de Dios Mismo. Soy el Cielo donde Su amor reside. Soy Su Santa Impecabilidad Misma, pues en mi pureza reside la Suya Propia.

Observemos cuán alejado está dicho concepto de lo que nosotros hemos pensado que somos, nuestra mirada y percepción es tan limitada que te habla de una pequeña mente encapsulada en un cuerpo corruptible y después no entendemos de donde procede tanto estrés, frustración, enojo, etc., cuando es tan obvio que procede de lo que tú crees ser. No procede de lo que “te hicieron”, o de lo que “no hicieron”, ese es el velo que oculta  lo que duele creer que eres un ser tan pequeño y limitado.

Si tan solo te atrevieras a sentir y experimentar conscientemente ese estrés, esa ansiedad, esa enfermedad, esa situación económica, esa relación, etc., sin querer cambiarla,  sin querer escapar una y otra vez. Si te atrevieras a abrir los ojos mientras el tormento de tu aparente pequeñez te grita, podrías Ver su insustancialidad.

Pero tienes miedo, porque crees que es real y pueden acabar con lo que eres, ha llegado el momento de revelarte lo que hay detrás de esos pensamientos siniestros de amenaza y peligro constante.

Ya estás listo para mirar, para abrir los ojos, tu cansancio no puede más y es momento de observar atentamente éstas experiencias, detente y mira a eso que no te da paz. Te has preguntado ¿Por qué no puedo ser feliz? ¿Por qué todo se me desbarata una y otra vez? ¿Por qué tanto fracaso? Esas preguntas proceden de tu debilidad. Deja de enrollarte y atiende la pregunta que hay detrás ¿Quién SOY?

Tú y yo somos el Amor que se expande en jubiloso fulgor, reconociendo el presente eterno de Ser.

Tú y yo somos la felicidad silente y serena, que baila sin cambio alguno siendo el Ser.

Tú y yo somos la verdad  absoluta que entraña la presencia de Ser.

Tú y yo somos la ternura permanente de una elevación natural a una conciencia inmensurable de Ser.

Tú y yo somos la sublime voz que representa en tu mente al Ser.

Tú y yo somos pureza inmaculada, cristalina tal cual es la esencia en estado de Ser.

Tú y yo somos en eterno estado de gracia la plenitud y llenura de Ser.

Tú y yo somos la belleza infinita que envuelve a cada expresión que sostiene la común unión de Ser.

Tú y yo somos UNO manifestando al Ser.

No puedes conocer quién Eres hasta que no me incluyas en este concepto, vuelve a leer la cita del libro y date cuenta que Tú y Yo Somos Uno. Es lo único que puedes llegar a Ser eternamente, sigues en mí y yo en ti. Ya no cierres tus ojos  haciéndote mil preguntas que sólo intentan ocultar a la única que verdad que te liberará. No des cabida a nada que no sea la alegría y el agradecimiento, el cielo te pertenece, descansa en mí porque no hay otro lugar donde mi hijo esté a salvo, y TÚ ERES MI HIJO BIEN AMADO.