Todo movimiento que se realiza en el universo genera una fuerza similar pero en sentido contrario,  es una reacción natural que permite que todo se mantenga en perfecto balance. Cuando una hoja cae de un árbol, en el preciso momento del impacto, se va a generar una fuerza energética igual al peso y  velocidad  con la que cae la hoja. Este principio se presenta también en tu vida diaria. Literalmente cada vez que haces un movimiento con tu cuerpo se genera una fuerza contraria con la misma intensidad. Cuando estás sentado y te levantas, por ejemplo, tienes que vencer la fuerza de la gravedad para lograr pararte. Pero te has acostumbrado tanto que no te das cuenta y para ti es absolutamente natural.

Este principio se presenta, también, en todos los proyectos que haces en tu vida. Por cada uno de ellos se genera una fuerza en CONTRA que se va a presentar en diferentes formas y modos: personas que se interponen en tu camino, situaciones inesperadas, problemas, falta de recursos y dificultades en general. Esta fuerza es en realidad TU OPONENTE, y representa TU VERDADERO ENEMIGO. Esta energía contraria siempre va estar presente en cada movimiento que haces, en cada acción que realizas y en cada intensión tuya y es definida como la energía contraria generada por ti y para ti.

Cada persona tiene su propio oponente y es diferente en cada uno. Es como si fuese creando y diseñado específicamente y en justa medida para cada persona, pues éstas se experimentan en diferente forma y diferente intensidad emocional, hay algunas muy dolorosas y se presentan a través de las personas que más queremos y admiramos.

Los oponentes de tu vida vienen de adentro y son tus propias memorias celulares limitantes.  Habitan dentro de ti y se manifiestan a través de esas emociones negativas que  experimentas a diario y hacen que tú te frustres, te enojes, que sientas tristeza, timidez, enojo, celos, que sientas superioridad alimentando tu ego. En cada una de tus emociones negativas y limitantes está TU OPONENTE presentándose frente a ti. Solo lo sientes tú, sólo existe en tu realidad. Lo más seguro es que encuentres un culpable fuera de ti, en una persona o una condición específica.

Tu oponente no tiene misericordia alguna, no le importa que tú seas una buena persona, si te portas bien o si eres generoso. Tu oponente es implacable. No descansa nunca. No te da ninguna tregua. No le importa nada y va intentar detenerte a como dé lugar. Está presente y activo. Aparece por varias partes, es invisible y no lo puedes ver sólo sentir. Está allí frente a ti desde que el momento que eres concebido hasta el momento que dejas este plano de existencia. Y tiene una sola misión: Intentar vencerte.

Pero debes saber que la verdadera función de la presencia de tu oponente es sacar lo MEJOR DE TI, te obliga a mejorar tus estrategias y tu infinita fuerza creativa para lograr tus propósitos y eso sólo lo puedes hacer TÚ, nadie más. Tu función es no dejarte intimidar nunca por tu oponente y vencerlo siempre. Para eso tienes a tu disposición una fórmula sagrada: Mejorar tu propia versión en forma constante. Frente a la adversidad de la vida en todos los aspectos de tu vida sólo tienes un camino, mejorar cada habilidad que tienes aprendida y aplicarla sabiamente frente a los problemas, a las dificultades pequeños y grandes. Ese trabajo interno es constante y no tiene descanso.

En el preciso momento que te des cuenta de este principio y su verdadera función no ya SENTIRAS nunca más ese gran peso que causan los problemas a enfrentar, serás flexible y tolerante y sobre todo podrás enfocar en ti como la única solución a los continuas dificultades de la vida. Pondrás toda tu energía en buscar soluciones para seguir en pie en esta vida que te ha tocado vivir. Podrás lograr tus propósitos que te has trazado en la vida.

Así es, existe una energía contraria que siempre está presente en cada cosa que haces, en cada movimiento que realizas. Es la fuerza natural del universo en perfección que garantiza y sostiene la propia evolución, tu propia evolución.

Abrazos de luz